ESTEBAN VICENTE BOISSEAU
El cine bélico surgió en 1898 con motivo de la guerra que Estados Unidos provocó contra España. La prensa, los cineastas y los políticos justificaron esa agresión recurriendo a los clichés de la Leyenda Negra, que ha sido utilizada por Hollywood y el cine británico para perpetuar la vindicación de los continuos ataques anglosajones a España durante siglos para arrebatarle dominios y riquezas.
Hollywood contra España profundiza en esa utilización «negroleyendista» de la imagen, desde los grabados del siglo xvi hasta las películas de cine y televisión, los documentales, los cómics o los videojuegos. Grandes éxitos de compañías de Hollywood, como Disney, incluyen estereotipos sobre España tales como conquistadores, inquisidores, galeones atacados por piratas, la fiesta, el flamenco y los toros. Es recurrente la imagen de una España católica, fanática, cruel y atrasada cultural y científicamente que se contrapone al mundo anglosajón, al francés, al flamenco, a los judíos, a Al-Ándalus y a las civilizaciones indígenas americanas, menoscabando sistemáticamente los éxitos de la ciencia española, la amplia actividad protectora de la Corona de España y de la Iglesia en favor de los indios o el importante papel hispano en la lucha por la independencia de las colonias angloamericanas y para derrotar a los ejércitos napoleónicos.
Ese enfoque antihispano repleto de lugares comunes ha sido difundido en célebres sagas fílmicas como Indiana Jones, Piratas del Caribe, Misión Imposible y Harry Potter, en famosas franquicias de videojuegos trasladadas al cine como Tomb Raider, Assassin's Creed y Uncharted y en populares series televisivas como Los Simpson. Y lo más grave es que todavía pervive en muchas naciones y en una parte de la sociedad española.