Immanuel Kant llevó una vida ordenada hasta un extremo tal que los ciudadanos de Königsberg acostumbraban a poner en hora sus relojes cuando salía a dar su paseo de todas las tardes. Apenas se alejó en toda su vida de su querida ciudad natal a orillas de
Artículos relacionados
Vista previa: KANT EN 90 MINUTOS
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.